¿Cómo mejorar nuestra vida y encontrar felicidad cuando uno es adolescente y no puede controlar gran parte de lo que nos sucede?
Cambias lo que puedes controlar, y deja de intentar controlar todo lo demás.
En los últimos meses me ha tocado trabajar con muchos chicos, y una de las preguntas más recurrentes es sobre como mejorar sus vidas cuando aún están bajo el control de sus padres.
No es fácil, lo admito. Pero hay mucho que se puede hacer, sin importar la situación.
Por ejemplo, si los padres están constantemente enojados, constantemente negativos, controlando constantemente su vida y no dejándote hacer lo que quieres hacer, ¿cómo manejas eso?
Prueba esto: Mira cada interacción con tus padres como una oportunidad.
Es una oportunidad para practicar la paciencia.
Es una oportunidad para sentir empatía y encontrar compasión por los demás.
Es una oportunidad para dejar de lado sus expectativas de lo que otros deberían hacer.
Es una oportunidad para dejar de desear que las cosas fueran distintas de lo que son.
Es una oportunidad para estar agradecidos ante las frustraciones.
Sé que es frustrante cuando no puedes hacer lo que quieres hacer. Los adolescentes se están convirtiendo rápidamente en adultos, y sin embargo no se les da la libertad, el respeto, los derechos de los adultos.
Esto me parece mal. ¿Por qué no damos a los adolescentes las libertades de los adultos? Sé que la mayoría de ustedes tendrán razones, pero las dicen en voz alta—y luego piensen en cómo se sentirían si su cónyuge o amigo usara eso como una razón para negarles las libertades. Y pensar en cómo esas mismas razones fueron usadas para negar a las minorías y a las mujeres esas mismas libertades, no hace mucho tiempo.
De todos modos, este es el mundo en que vivimos. Entonces, ¿cómo pueden los adolescentes hacer frente a esto? Algunas sugerencias:
1. Deja de tratar de cambiar lo que no se puede. No puedes cambiar a tus padres. Usted podría ser capaz de cambiar su situación con movimientos drásticos, pero yo no lo recomendaría. En su lugar, deje ir los deseos que tiene que las cosas sean diferentes. Las cosas no son diferentes, y deseando que fueran diferentes sólo conduce a las frustraciones. Aceptar las cosas por lo que son, ver a la gente por lo que son, y trabajar con esa realidad.
2. Averiguar lo que puede cambiar. Incluso si tienes pocas libertades, siempre hay cosas pequeñas que puedes cambiar. ¿Puedes pasar unos minutos haciendo meditación sentada? ¿Puedes comer más frutas y verduras? ¿Puedes caminar más? ¿Puedes ver menos televisión y encontrar unos minutos para crear? ¿Puedes blog? ¿Puedes hacer flexiones en tu habitación? ¿Puedes aprender a ser más agradecido en cada interacción con los demás? ¿Puedes ralentizar un poco? ¿Puedes sonreír más? Hay muchos y pequeños cambios que puedes hacer, incluso si no puedes hacer los grandes que te gustaría hacer.
3. Siempre se puede cambiar de opinión. Aprende a vivir en el momento. Aprenda a ser consciente de sus pensamientos. Aprenda a aplastar el pensamiento negativo. Aprenda a ver las oportunidades en todo. Aprenda a ver errores y fracasos como una oportunidad para aprender y mejorar. Aprende a ser agradecido, compasivo y bondadoso.
4. Aprender a vivir sin control. Si no controlas mucho de tu vida, ¿adivinen qué? Eres como el resto de nosotros. Sólo pensamos que tenemos control sobre nuestras vidas, pero es una ilusión. En su lugar, aprender a renunciar a ese control, y tratar momento a momento con lo que viene.
Ya no soy un adolescente, así que lo que digo puede parecer irrelevante, presuntuoso. Pero yo era un adolescente una vez, y yo soy el padre de tres adolescentes (y un pre-adolescente). Soy un hermano de dos adolescentes y tío de muchos más. Hago todo lo posible para mostrarles respeto y compasión, pero sé que todavía sienten frustraciones. Si pudieran aprender estas pocas lecciones, estarían muy por delante de la mayoría de la gente.
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Autora: Luis Eduardo Padrón
Foto: Instagram @jlh.art; Instagram @prairie6rose
Editora: Yoli Ramazzina
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